Slow And Steady Saves The Environment – A Peek into Slow Fashion

Lento y constante: un vistazo a la moda lenta para salvar el medio ambiente

“La moda ética y lenta es el reconocimiento de que hay seres humanos detrás de la ropa que vestimos”.

-Elizabeth Joy

¿Qué es la moda lenta y por qué es importante?

La moda lenta es un movimiento que busca mejorar la sostenibilidad desafiando a la industria de la moda y a las culturas sociales relacionadas, alentando a los minoristas y consumidores a adoptar enfoques éticos en la moda. Lo hace a través de soluciones de moda sostenibles, que se basan en el reposicionamiento de estrategias de diseño, producción y consumo y en la reutilización de metodologías.

Un producto de slow fashion se desarrolla siguiendo métodos respetuosos con el medio ambiente y la sociedad en toda la cadena de suministro, desde el diseño inicial hasta el uso de materias primas de origen ético. Se siguen procesos de fabricación sostenibles y la entrega se realiza a través de canales de distribución y venta minorista ecológicos. La slow fashion vende prendas a un precio más elevado que reflejan los costes ecológicos y sociales reales. Es una alternativa radical a la forma estandarizada que se beneficia de una menor cantidad de artículos pero de un precio más elevado.

La historia del origen

El término “movimiento de ropa lenta” fue acuñado por Angela Murrills, escritora de moda de Georgia Straight.

Comenzó como un desafío a la producción masiva compulsiva de la moda y al estilo globalizado, fomentando así la diversidad. La moda sustentable también cuestionaba la obsesión por la propia imagen y por tener lo "nuevo". Exigía una mayor conciencia del proceso de diseño y sus impactos en los flujos de recursos, los trabajadores, las comunidades y los ecosistemas.

Las causas inmediatas del auge del consumismo consciente fueron, en su mayoría, las controversias en torno a gigantes industriales como Nike, Gap y Levi's, que subcontrataban la mano de obra a los postores más baratos para reducir los costes de fabricación. En 1991, Nike fue objeto de críticas por aplicar una estrategia de salarios bajos y utilizar talleres clandestinos para la producción. El suceso provocó protestas y atrajo la atención de los medios, lo que hizo que Nike introdujera algunos cambios significativos en su cadena de suministro. Hoy, después de 30 años, Nike es una de las marcas sostenibles más influyentes. Otro incidente que desencadenó el movimiento fue el derrumbe del edificio Rana Plaza en Dhaka durante la hora punta, en el que murieron 1.134 trabajadores de la confección. La fábrica era conocida por producir prendas para importantes marcas estadounidenses. Estos notables incidentes provocaron la ira pública y animaron a muchas marcas a adoptar prácticas éticas para mejorar su reputación pública.

Empresas como Patagonia y Esprit comenzaron a ser pioneras en la moda sostenible y lenta durante la década de 1980, después de que los fundadores descubrieran el impacto negativo de la moda en el medio ambiente. Otras marcas como H&M iniciaron programas de reciclaje de ropa y Levi's y Gucci iniciaron campañas de sostenibilidad.

Ponerle freno a la moda rápida

“Cada vez que gastas dinero estás emitiendo un voto sobre el tipo de mundo que quieres”.

– Anna Lappe

La industria de la moda tiene sus pros y sus contras en la forma de estilos de moda, con una mayor producción de prendas con una vida útil más corta. Los tejidos baratos, los salarios bajos y la explotación de los trabajadores en los países más pobres son ejemplos de ello. La moda rápida es la norma y los avances tecnológicos han permitido la fabricación “justo a tiempo”, lo que ha dado lugar a una rotación más rápida de los productos en el comercio minorista. Esto tiene enormes implicaciones ambientales, sociales, políticas y económicas.

Si comparamos el alcance de la industria, la moda rápida representa una facturación de 1,44 billones de dólares anuales frente a las pequeñas empresas de moda lenta. Una utiliza materiales derivados del petróleo, y la otra utiliza tintes y materiales naturales de origen local, biodegradables, orgánicos y naturales. La moda lenta también fomenta el uso de materiales reciclados, reutilizados y reutilizados, al tiempo que utiliza ingredientes menos nocivos y emplea métodos de producción tradicionales y ecológicos. Esto contrasta marcadamente con la moda rápida, que utiliza prácticas poco éticas, causa estrés ambiental y libera grandes cantidades de carcinógenos.

La moda rápida ofrece nuevos estilos cada pocas semanas, fabricados con materiales baratos y de baja calidad, mientras que la moda lenta fomenta estilos y tejidos duraderos. La primera implica fábricas o talleres que emplean trabajadores con salarios bajos, malas condiciones laborales y largas jornadas laborales. No es ética ni respetuosa con el medio ambiente. La segunda utiliza a personas de zonas locales o cercanas. Sirve como medio de subsistencia. La idea es vivir con la naturaleza y no dañarla. A continuación se muestra una tabla para comparar.

¿Cómo afecta la industria de la moda al medio ambiente?

Se estima que la industria de la moda es responsable del 4% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del planeta. Los principales efectos ambientales se deben a la descarga de cargas químicas peligrosas, el alto consumo de agua, el uso masivo de energía y las emisiones atmosféricas durante los procesos de producción y la generación de residuos sólidos durante los procesos de teñido, impresión y embalaje; y por último, pero no menos importante, la contaminación acústica que se produce debido al uso intensivo de maquinaria. También se ha informado de que la pérdida de audición inducida por ruido (NIHL) es una enfermedad crónica común que afecta al 58% de los trabajadores textiles en todo el mundo.

La moda rápida utiliza tejidos sintéticos como el poliéster y el nailon, que son más ricos en carbono que los tejidos como el yute o el cáñamo, y pueden permanecer en vertederos durante 200 años. Según un artículo , en 2015, los textiles de poliéster liberaron 706 mil millones de kilogramos de GEI, lo que equivale casi a las emisiones anuales de 185 plantas de carbón. Estas estadísticas son suficientes para demostrar los efectos nocivos de los tejidos sintéticos en nuestro ecosistema.

Por otro lado, la moda lenta emplea tejidos como el cáñamo, el lino, el algodón orgánico, etc. El cáñamo es un excelente ejemplo de tejido duradero que es bueno para el aislamiento y es resistente a los rayos UV. Este tejido resistente requiere un mínimo de agua para crecer y devuelve entre el 60% y el 70% de los nutrientes al suelo. Al igual que el cáñamo, el tejido de lino, que se produce a partir de semillas de lino, también consume una cantidad mínima de agua para crecer y requiere una menor cantidad de pesticidas en comparación con otros tejidos. Los tejidos de lino sin teñir son completamente biodegradables.

¿Cómo podemos ser ecológicos a través de la moda lenta?

La necesidad del momento es hacer que la moda sostenible sea más común y más fácil de adoptar en nuestras vidas. ¿Cómo podemos, como individuos, implementar la moda lenta en nuestra vida cotidiana?

  • Elige conscientemente marcas de moda lenta: Cuanto más gente apoye la moda sostenible, más se verán obligadas otras marcas a fijarse en ella. Las redes sociales son una forma sencilla de consultar y saber si la marca se alinea con tus valores. Lee las etiquetas para comprobar si determinadas marcas fabrican moda sostenible o no. Antes de comprar cualquier artículo, asegúrate de visitar su sitio web y obtener más información sobre la misión y la historia de la marca. Investiga un poco sobre el tipo de materias primas y tintes que utilizan, las ubicaciones de las fábricas e información sobre su cadena de suministro. También puedes buscar estándares y certificaciones para verificar si una marca es sostenible o no.
  • Elija textiles fabricados con materias primas renovables: Seleccione tejidos orgánicos, ya que no se utilizan pesticidas tóxicos en su elaboración durante su fabricación. Además, se desperdicia menos agua en su producción. Puede encontrar tejidos certificados en algodón, lino, cáñamo y lana.
  • Invierte en ropa de temporada: intenta no comprar solo ropa de verano o de invierno, así evitarás tener que cambiar de vestuario cada temporada. Compra prendas que te sirvan para todas las estaciones, como camisetas de algodón, vaqueros, prendas de seda, etc.
  • Cuero sostenible sin sufrimiento animal ni plástico: Puedes optar por cuero sintético en lugar de cuero natural. Tiene el mismo aspecto y tacto, sin que ningún animal sufra. Además, no contiene plástico. Al comprar cualquier prenda, debes comprobar si tiene microplásticos.
  • Ubicación de la unidad de producción: Es fundamental tener en cuenta el lugar de fabricación. Supongamos que se ha fabricado en un país con salarios bajos o en un lugar local, ya que es un excelente indicador de si el proceso es rápido o lento.
  • Calidad sobre cantidad: A largo plazo, tiene mucho más sentido invertir en prendas de calidad que en cantidad. La moda lenta es mucho más duradera que la moda rápida.
  • Tiendas de segunda mano: Una buena práctica sostenible es comprar en tiendas de segunda mano. Son tesoros de ropa vintage y única que puedes tener. Ahora también tenemos muchas tiendas de segunda mano en línea. No es difícil encontrar artículos de diseño en dichas tiendas y estarás dándole nueva vida a tus prendas viejas.
  • Intercambiar, pedir prestado y prestar: Puede haber ocasiones excepcionales en las que no tengas un atuendo. Puedes alquilarlo o incluso pedirlo prestado a un amigo. O prestarle un atuendo a un amigo que lo necesite. También puedes optar por intercambiar ropa con amigos. Es una forma sostenible de eliminar las prendas que no usas y renovar tu guardarropa.
  • Vende o dona tu ropa: Si ya no te gusta alguna prenda o no te sirve, en lugar de tirarla, puedes venderla o donarla. Por supuesto, asegúrate de que esté en buenas condiciones antes de hacerlo. Donar también es una práctica ética.
  • Reciclaje o reparación lúdica: Si te animas, incluso puedes arreglar la ropa rota con técnicas de costura creativas para darle un poco de personalidad. De esta manera, podrás usarla durante más tiempo. Si no es posible, prueba a reciclar la ropa.
  • Reduce tu huella de moda: Ahorra energía lavando la ropa solo cuando tengas que ponerla en la lavadora por completo. Además, protegerás la tela de tu vestido y durará más tiempo.
  • Reconocer el lavado de imagen verde: No todas las marcas están comprometidas con la sostenibilidad. Realice una investigación adecuada sobre las marcas para identificar cuáles simplemente están realizando una campaña y cuáles realmente se preocupan.
  • Edúquese usted mismo: Quizás quieras hacer algo bueno pero no sepas por dónde empezar. Debemos seguir educándonos sobre las prácticas más nuevas y la historia del movimiento.

Llevar

La moda debería empoderar a las personas sin afectar al planeta. Gracias a las redes sociales y a los programas de campañas de concienciación, la moda sostenible y lenta está ganando popularidad. Los factores medioambientales son muy preocupantes y ahora es más importante que nunca que participemos activamente en movimientos sostenibles. Ahora que la mayoría de la población es consciente del impacto negativo de la moda rápida, el futuro parece prometedor. Todos debemos hacer pequeños cambios para lograr una industria de la moda más sostenible. Comprometámonos a hacer que la moda rápida, el consumo sin sentido, la producción masiva y el desperdicio sean cosa del pasado.

Regresar al blog

Deja un comentario